La administraci贸n de la confidencialidad y de la informaci贸n sensible es un aspecto crucial y delicado de la colaboraci贸n entre el coach y los diferentes actores implicados en el acompa帽amiento del adolescente. Como profesional, el coach est谩 obligado a respetar el secreto profesional y proteger la privacidad de su joven cliente, mientras se asegura de compartir la informaci贸n necesaria para una atenci贸n concertada y eficaz. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado entre la preservaci贸n de la relaci贸n de confianza con el adolescente y la cooperaci贸n con los padres, los maestros y los profesionales de la salud, en el inter茅s superior del joven.
El coach debe primero aclarar con el adolescente y sus padres las reglas de confidencialidad que rigen su relaci贸n. Desde la primera entrevista, es importante explicar en t茅rminos claros y adaptados lo que es el secreto profesional, es decir, toda la informaci贸n confiada por el adolescente en el marco del coaching, y lo que puede compartirse con terceros. El coach puede apoyarse en el c贸digo de 茅tica de su profesi贸n para aclarar los derechos y deberes de cada uno en t茅rminos de confidencialidad. Puede tambi茅n proponer al adolescente y a sus padres firmar un contrato o una carta de coaching, recordando los compromisos mutuos y las formas de comunicaci贸n con los socios educativos y sanitarios.
Es esencial que el adolescente comprenda que la confidencialidad es un derecho fundamental, que tiene como objetivo proteger su privacidad y permitirle confiarse con total seguridad. El coach debe asegurarle que no transmitir谩 ninguna informaci贸n sobre 茅l sin su previo consentimiento, salvo en situaciones excepcionales de peligro inminente para su salud o seguridad. Puede ser 煤til definir con 茅l lo que es 铆ntimo, privado y p煤blico, ayud谩ndole a identificar la informaci贸n que desea mantener para s铆 mismo, la que est谩 dispuesto a compartir con sus padres o ciertos profesionales, y la que puede ser comunicada a todos. Por ejemplo, un adolescente puede pedir al coach que no revele a sus padres el contenido detallado de sus conversaciones sobre sus amistades o relaciones amorosas, permiti茅ndole al mismo tiempo hablar en t茅rminos generales sobre sus avances en la afirmaci贸n de s铆 mismo y la gesti贸n de sus emociones.
Cuando colabora con los padres, los profesores o los profesionales de la salud, el coach debe asegurarse de transmitir solo la informaci贸n estrictamente necesaria para entender la situaci贸n y establecer un acompa帽amiento adecuado, de acuerdo con el adolescente. Esto puede incluir datos factuales sobre el desarrollo y los objetivos del coaching, observaciones sobre las habilidades y progresos del joven, o sugerencias para reforzar la coherencia y complementariedad de las intervenciones. El coach debe abstenerse de divulgar elementos que involucran la intimidad del adolescente, como confidencias sobre su vida afectiva y sexual, a menos que esta informaci贸n revele una situaci贸n de peligro o maltrato. En tal caso, el coach est谩 obligado a alertar a las autoridades competentes, informando al adolescente de este paso y acompa帽谩ndole lo mejor posible en este proceso.
Para preservar la confidencialidad de las conversaciones, el coach tambi茅n debe ser cuidadoso en la transmisi贸n y almacenamiento de la informaci贸n sobre el adolescente. Se recomienda utilizar medios de comunicaci贸n seguros, como servicios de mensajer铆a encriptados o plataformas de intercambio de documentos protegidas por contrase帽a, para interactuar con los socios. Los expedientes y las notas relativas al acompa帽amiento deben guardarse en un lugar seguro, inaccesible a terceros no autorizados. El coach tambi茅n debe asegurarse de anonimizar los datos cuando los use para la supervisi贸n, la formaci贸n o la investigaci贸n, eliminando todos los elementos que permitan identificar al adolescente o a su familia.
En ciertas situaciones complejas o conflictivas, la gesti贸n de la confidencialidad puede ser delicada y fuente de dilemas 茅ticos para el coach. Este es el caso, por ejemplo, cuando los padres quieren acceder al contenido de las conversaciones con su hijo, cuando el adolescente revela informaci贸n preocupante sobre su salud mental o comportamientos de riesgo, o cuando los diferentes socios tienen opiniones divergentes sobre la informaci贸n a compartir. Ante estos desaf铆os, el coach debe mostrar discernimiento, di谩logo y creatividad para encontrar soluciones respetuosas con el inter茅s del adolescente y la 茅tica profesional. Puede encontrar apoyo en espacios de supervisi贸n y an谩lisis de la pr谩ctica para ganar perspectiva, cuestionar sus elecciones y explorar opciones de acci贸n ajustadas.
Por ejemplo, frente a los padres preocupados que insisten en conocer el contenido de las sesiones, el coach puede proponer una entrevista tripartita con el adolescente, para hablar sobre los objetivos y los avances en el coaching, preservando al mismo tiempo la confidencialidad de las conversaciones individuales. Tambi茅n puede invitarles a confiar en el proceso y centrarse en los cambios positivos observados en su hijo, m谩s que en los detalles del acompa帽amiento. Si el adolescente expresa pensamientos suicidas o comportamientos de autolesi贸n, el coach puede animarlo a hablar de ello con sus padres o con un profesional de salud, asegur谩ndole un apoyo incondicional en este paso. En caso de desacuerdo entre los socios sobre el intercambio de informaci贸n, el coach puede sugerir una reuni贸n de concertaci贸n para aclarar los desaf铆os, clarificar los roles de cada uno y buscar un consenso, siempre en el inter茅s del adolescente.
Al manejar de manera 茅tica y tactful la confidencialidad y la informaci贸n sensible, el coach crea las condiciones para una colaboraci贸n serena y eficaz con los diferentes actores alrededor del adolescente. 脡l establece las bases de una relaci贸n de confianza y seguridad con el joven, al tiempo que teje una red de apoyo coherente y cari帽osa con sus padres y profesionales. Esta sutil alquimia entre el respeto a la intimidad y el intercambio de informaci贸n es la clave para un acompa帽amiento global e integrador, que permite al adolescente construirse con tranquilidad en una pluralidad de v铆nculos y entornos.
Puntos a recordar :
– El coach debe encontrar un equilibrio entre la preservaci贸n de la confidencialidad de la relaci贸n con el adolescente y el intercambio de informaci贸n necesaria con los padres y los profesionales.
– Desde el principio, el coach debe aclarar las reglas de confidencialidad con el adolescente y sus padres, apoy谩ndose en el c贸digo deontol贸gico y proponiendo posiblemente un contrato o una carta.
– El adolescente debe entender que la confidencialidad es un derecho que protege su privacidad. El coach puede ayudarle a identificar lo que es 铆ntimo, privado y p煤blico.
– Al colaborar con los socios, el coach solo transmite la informaci贸n estrictamente necesaria, de acuerdo con el adolescente, y se abstiene de divulgar elementos 铆ntimos, salvo en caso de peligro.
– El coach debe ser cuidadoso en la transmisi贸n y el almacenamiento seguro de la informaci贸n sobre el adolescente.
– Ante situaciones delicadas, el coach muestra discernimiento y di谩logo para encontrar soluciones que respetan el inter茅s del adolescente y la 茅tica profesional, apoy谩ndose en espacios de supervisi贸n.
– Al manejar de manera 茅tica la confidencialidad, el coach crea las condiciones para una colaboraci贸n serena y eficaz entre el adolescente, sus padres y los profesionales, permitiendo un acompa帽amiento global e integrador.
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